« A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo que está en el seno del Padre, él lo ha contado » (Juan 1,18)
Sumergirse en el evangelio permite frecuentar de modo más intenso a Jesús de Nazaret y con Él al Dios que él revela. Su palabra, sus gestos, todo su comportamiento… renuevan nuestra mirada y nos abren a una mayor cercanía con Él.
Con una duración de cinco días, estos retiros aportan, mediante el silencio, un espacio de reflexión, meditación y atención a la vida interior.
En medio de una vida ocupada con agendas muy cargadas y de espacios personales reducidos, estos retiros de 2 ó 3 días, vividos en el silencio y a la escucha del evangelio, permiten retomar aliento, reconsiderar el eje de nuestra vida y volver a lo esencial de nuestra fe.
Atención:
Algunos fines de semana están reservados para los “que les gusta caminar”
« Venid a un lugar solitario para descansar un poco » (Mc 6,31)
Estos retiros van dirigidos a las personas que sienten necesidad de silencio y soledad. Cada uno organiza libremente su estancia -mínimo de 3 días- y su manera de vivir cada día. Una celebración eucarística por la mañana y un comentario de evangelio al terminar el día aportan un valioso alimento.
¿Os gustaría vivir una experiencia concreta y vital del Evangelio en la vida cotidiana?
La Comunidad se alegra de abrir sus puertas de par en par, para compartir su experiencia de vida con Cristo.
Habiendo percibido auténticos deseos de silencio interior y de verdaderos intercambios en la vida cotidiana, proponemos estos retiros de seis días con la comunidad durante los cuales se entrelazarán los tiempos de escucha de los textos bíblicos, en grupo o solos, con el tiempo de trabajo, de descanso, de silencio y de intercambios... el uno en el otro, el uno con el otro.
Cada cual descubrirá al hilo de los días lo que mejor le conviene vivir. La Palabra de Dios ocupará todo su espacio: leída, escuchada, recibida, compartida, será el alimento que dé sentido e impulso a cada día.
Una hermosa invitación a vivir de forma renovada lo cotidiano. Que juntos podamos degustar el sabor nazareno de esta vida con Cristo y la sencillez de una vida de fe compartida.
Para participar en estos retiros, se recomienda haber seguido ya un retiro o un fin de semana en La Roche d'Or o en Fontanilles.
Un domingo de 9h30 a 17h00: esta jornada de retiro puede ser ocasión para un primer encuentro con nuestra casa. La comunidad ofrece un tiempo de contacto prolongado con el Evangelio y una eucaristía compartida al final del día, cosas que contribuye a una renovación vivificante en el camino de nuestra vida.
Estas jornadas se proponen tres o cuatro veces durante el año, son días particularmente accesibles a las personas geográficamente cercanas.
¿Deseáis descubrir a la comunidad en lo cotidiano y al mismo tiempo aportar vuestra colaboración en el mantenimiento, en el cuidado del parque y de nuestras casas? La comunidad se alegra de acogeros durante seis días de retiro para compartir con vosotros su manera de trabajar, de vivir juntos las comidas, los intercambios… y así colaborar en el trabajo del Espíritu Santo en cada uno y en su creación. ¡Una ecología del corazón!
La eucaristía de la mañana y una charla al final del día invitan a cada uno a permanecer en la palabra en medio de estas actividades diversas. Estos retiros son un aprendizaje para vivir de forma nueva el día a día.
Sea cual fuere la edad, las capacidades físicas, las capacidades… cada uno puede encontrar su lugar y su manera de vivir las actividades propuestas.
Una introducción sencilla, asequible a la cultura bíblica y accesible a todos. Cada uno podrá comprender cómo la biblia se ha ido construyendo a lo largo de la historia, aprender a manejarla, a conocerla y a descubrir los desafíos de nuestra fe.
No siempre nos damos cuenta que el libro bíblico es, en la cultura humana y todo lo lejos que podamos remontarnos, un acontecimiento único. Bruno Barral
La comunidad propone, aunque no todos los años, retiros itinerantes en Tierra Santa, a las raíces de nuestra fe, en Grecia tras los pasos de San Pablo, en Asís aprendiendo de San Francisco y en Lourdes…
Se trata de caminar, ver, sentir, permanecer, saborear una “Tierra viva” que no cesa de irradiar su misterio arraigado en siglos de historia…
La escucha de la Palabra en los mismos lugares de la Revelación y de la evangelización, los intercambios y el compartir, el acompañamiento comunitario, ofrecen un auténtico camino de profundización después de varios retiros en la Roche d’Or o en Fontanilles.